MENTE, CUERPO Y ESPÍRITU
Existe el
mito, que en una competencia se van poniendo a prueba nuestras
capacidades; remonta tu mente a la fecha
de aquel Triatlón, carrera, nadada o pedaleada que te exigió más de lo que
pudiste haber logrado en relación a tu entrenamiento previo, lo recuerdas? el
porcentaje de confianza va aumentando conforme se va llegando esa voz o
disparo, que da inicio a ese reto por el cual has entrenado, es fantástico, no
crees?
Conforme vas
acumulando kilómetros y kilómetros, tu capacidad física, respiratoria,
cardiovascular, etc., va teniendo menor desempeño, se dice que después tu mente
se encarga de pasar la mitad de la prueba y tu espíritu es quien la termina,
que grandes somos¡¡ cuántos fenómenos pasan en el transcurso de la realización
de nuestros sueños.
Oh, oh
realidad estamos por comenzar una temporada y algunos estamos en descanso
activo y otro más por empezar desde "0", pero como está en estos
momentos nuestro cronograma de motivación?
Varios
compañeros, muchos conocidos se acercan para apoyarse y darse otra oportunidad
de lograr lo que en este año que acaba no terminaron, las fechas sin competir,
los entrenamientos sin asistir, los kilos sin bajar, se vuelven de aquí en
adelante un compromiso y una meta que hará que
mucho de ellos empiecen con gran entusiasmo; claro nuestro espíritu, a
diferencia de esa batalla colosal pasada, pasa a formar el primer lugar de
nuestro nuevo ciclo, si te pasa que no puedes esperar al otro día para levantarte
ponerte PRO y empezar el entrenamiento es que tu espíritu está listo¡¡¡
Como
entrenador, hago mucho énfasis al inicio de los programa de entrenamiento, el
trabajo diario lo divido en tres fases de inicio, donde le doy mayor porcentaje,
al trabajo del mantenimiento del espíritu deportivo, es decir son los primeros días,
las primeras sesiones y la mayoría de los atletas de recreación o amateur, han
renunciado; motivos? son varios:
·
La carga de trabajo, fue igual para todos y por
eso a los que fueron constantes el impacto del dolor post entrenamiento es menor,
recuerda esas veces que eres todo un robot en cámara lenta cuando vas al baño.
·
Carecieron de un programa individualizado de
entrenamiento, por lo que las metas y objetivos diarios y semanales no existieron,
y su espíritu se volvió un fantasma sin dirección.
·
No colaboraron, en coordinación con su coach, en
la calendarización de un macrociclo para visionar los alcances, ya sea en km,
en competencias, en medallas, en “playeras”, existen varios motivantes que
hacen que tu espíritu competitivo se vuelva eterno
En fin, la recomendación
en la cual quiero puntualizar este post, es que si tu ESPIRITU, es aquel que te
va a llevar hasta el último milímetro de tu competencia principal; en tus
primeras sesiones de entrenamiento, busca como fortalecerlo, no cargues tanto a
tu parte física, pues ésta le quitara el protagonismo al otro día; debes que
tener una buena base y varios anclajes que te transporten al nacimiento de tu
ESPIRITU DEPORTIVO, para darte más fuerza y logres terminar con orgullo otra
pruebas más.
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